Tras el encuentro, más allá de las rispideces que se dieron en el partido, -cuestión lógica por tratarse de un partido cargado de tensiones-, los jugadores y cuerpos técnico se saludaron y cada uno se fue tranquilo a su vestuario a comenzar a pensar en la revancha en seis días.
Al terminar hablamos con el entrenador de Lavalleja Gerardo Cano que señaló que fue un partido “que lo buscamos, lo propusimos por todos lados y no se nos abrió el arco” aunque también precisó que “nos plantamos como se debe jugar una final del interior y seguramente no va a ser distinto el sábado que viene”.
Consultado si esperaba lo que mostró San José en esta primera final, reconoció que “es un rival duro, bicho y que tiene sus cosas interesantes”.
De todos modos le gusta más analizar su propio equipo que el rival por lo cual insistió en que “cuando llegamos a las finales tratamos de proponer, estar a la altura y bueno creo que lo hicimos. Ahora hay que jugar el sábado porque esto no termino hoy, hay que volver a vernos las caras en unos días”.
Finalmente dijo que se volverá a trabajar en la semana como lo vienen haciendo”, pero subrayó “estamos bien, además de la cabecita estamos muy bien, porque no salimos a festejar el empate.. o sea, estamos bien” precisó.
Por su parte el capitán maragato, Nicolás Rebollo, de innumerables partidos con la casaca de San José, al finalizar y rumbo al vestuario nos dijo que fue un partido “muy parejo, propio de una final y es una llave que queda abierta. Somos dos equipos con ambiciones de titulo, nos conocemos bien, pero fue un partido parejo aunque quizás para el espectáculo no fue muy atractivo. Pero fue empate y se define en casa”.
Agregó que el rival “fue un poco mejor en el primer tiempo donde hicieron el gasto. Pero nosotros en el segundo tiempo intentamos mas, abrimos la cancha, aunque fue parejo y ninguno fue muy profundo, por eso se justifica el empate”.
En cuanto a la revancha dijo que los dos equipos apuestan a lo mismo, “somos muy similares y por algo estamos en la final. Creo que hay que abrir un poco más el juego, tener más la pelota y con velocidad podemos lastimarlos. Ninguno de los dos va a regalar nada y se juega al error del rival”.
Finalmente sobre el piso dijo que “es hermoso jugar en un piso así, la pelota siempre pica bien y jugás seguro aunque obviamente cuesta acostumbrarse. Ojalá todo el interior fuera así, con este tipo de piso, pero hay que felicitarlos porque tienen un escenario hermoso; da gusto jugar en este tipo de canchas”.
Escribe: Francisco Connio