Las sensaciones de una final son intransferibles, máxime cuando hay tanto en juego, con sueños compartidos en familia, en charlas de vestuarios y en ruedas de boliches, muchas veces sin ser protagonistas directos, aunque sin ponerse los botines con tapones, igual, todos juegan la final.
Los de adentro del rectángulo verde transpirando las camisetas, soportando empujones, codazos y alguna “voladora”, como aquellos que sacrificaron el almuerzo o comieron más rápido que de costumbre, para llegar temprano a la cancha.
O los que se hicieron kilómetros en ómnibus para ver al equipo en terreno visitante. Aunque en este caso los fraybentinos regresan a casa con el sabor de la victoria. 18 de julio es el campeón del interior y no hay de categorización en los escritorios, si es de la Copa A, B o Z.
Para todos ellos como para otros tantos, es el campeón del interior y como tal quedará grabado en este 2023.
Clima de final, aunque la dimensión del estadio hizo que la soledad de la tribuna Ulogio Machado, resultara grande y fria, y la fiesta, se redujo a los gritos, humo, agite de banderas y la batucada detrás de cada arco, como para meter presión a los arqueros.
La “orejona” esperaba en una mesa, casi que custodiada celosamente por los veedores, aunque la seguridad propia del estadio y de los efectivos designados para custodia de los árbitros, daba la tranquilidad necesaria. Una orejona como si fuera la Libertadores o la Sudamericana para estos guerreros de fin de semana, que mezclan este fútbol amateur de sacrificios, con el laburo de ocho horas diarias, en muchísimos casos, o en casi todos.

En la cancha y propio del partido, la visita jugaba con la ventaja de dos goles en la ida, y sometía a un caudal de nervios a los locales que no lograban “descargarlos” en las redes visitantes.
Hubo que esperar hasta que el cronómetro atravesara la frontera de la media hora de juego, para que un centro en corner de Machado encontrara las cabezas de los arachanes. La “globa” rebotó contra el caño y el “Puro” Silvera, que estaba allí, donde debe estar el goleador, la calzó y la mandó abajo a besar las redes azulgranas.
La distancia se acortaba aunque faltaba un largo rato. Ilusionando a los locales y haciendo pensar al técnico Cabillón a replantear el partido para aguantar esa ventaja.
El complemento llegó en tiempo de arengas para ambos lados, aunque con objetivos diferentes. Y el reloj como aliado de la visita comenzó a correr apurado para los nervios locales, que bajaban de las tribunas como cataratas en forma de reclamos a los árbitros.
En la cancha movimiento de piezas de Melo Wanderers buscando al menos jugar media hora más en alargue. La visita, con la consigna de aguantar a como diera lugar, sin tiempo para descuidos. Sobre el final, los cortes de siempre, medidos, esperados y hasta lógicos para ganar segundos.
En adicionales, Cabillón mandó a la cancha a Escalada y fiel a su apellido este la embocó en el arco melense y metió la “escalada” a la gloria con la azulgrana.
Después tiempo de festejos y de orejona, pasada de mano en mano, ofrecida como símbolo del sacrificio a la hinchada. Y el viaje de regreso, el más feliz de todos, porque nada mejor que llegar a casa como campeón interrumpiendo el sueño del pueblo.

Escribe: Francisco Connio

Detalles
MELO WANDERERS (1): Fredy Coitinho, Julio Rocha, Marcelo Ferreira, Lazaro Silva (28’ Kevin Da Costa), Isac Guerendiain (73’ Héctor Rodriguez), Oscar Silva (78’ Juan Affonso), Fabricio Nuñez (78’ DiegoSilva), José Domínguez (73’ Santiago Bentancor), Brahian Machado, Diego Da Rosa, Juan Silvera, DT: Alvaro Mujica

18 DE JULIO (1): Esteban Kosiako, Brandon González, Gregory Banegas, Joy Vera, Jean Montes de Oca, Lorenzo Almirón, Robert Rossi, Jean Palacio, Lázaro Branca (87’ Xavier Civitate), Oscar Trinidades (90 +1) y Cludio Torreira (75’ Exequiel Robinson) DT: Carlos Cabillón

Goles: 31’ Silvera (MW), 90+3’ Palacio (18 de J)
Tarjetas amarillas: 45’ Almiron (18 J), 46’ Alvez (MW), 52’ Vera (MW), 56’ Trinidades 18J), 64´Castro (MW) 83’ Silvera (MW), 94’ D.Silva (MW
Arbitros: Sebastián Montenegro, Tabaré Curbelo y Fabián Sánchez Cuarto: Aldo Alonso (Cuarteta de Canelones del Este)
Cancha: Estadio Ubilla de Melo