Al culminar el partido y en medio de los festejos donde se entreveraban camisetas de jugadores con las de los hinchas, de colegas procurando las notas y de gente que simplemente quería abrazar a sus ídolos pudimos conversar con algunos de los integrantes del plantel campeón.

Para el delantero Waldemar Acosta este triunfo es “una satisfacción gigante, un enorme orgullo de poder compartir con este hermoso plantel y la verdad, felices por lo que hemos logrado”.
Le dedicó el triunfo a la familia, por supuesto como sostén en todo momento pero fundamentalmente “al grupo” que “debió lucharla siempre desde atrás, al técnico, a los dirigentes y a la gente que nos acompañó y creyó siempre en nosotros”.

Para Marcelo Moreira este título “es una locura, yo había tenido la suerte de haber ganado tres copas anteriores, pero esta es la que más he disfrutado por un montón de cosas, por un millón de problemas”.
Reconoció que cuando llegaron al alargue “ellos emparejaron y estuvieron un poco mejor. Pero cuando vimos que no se podía sacar la diferencia en el alargue dijimos bueno vamos a los penales donde nos teníamos un fe bárbara”.
Dijo que este plantel estaba “acostumbrado” a estas instancias y “sabíamos que podíamos sacarlo adelante como finalmente se dio”.

Por su parte a Nahuel Tuya se lo veía visiblemente emocionado. Dijo que este título llega luego de “un año muy difícil en lo personal con todo lo que pasé, por apartarme del profesionalismo, y por vivir situaciones dolorosas”.
“Si miro un año atrás se me cruza por la cabeza el suicidio, la depresión, ansiedad y una cantidad de cosas malas que viví. Por eso, esto es un sueño, porque me perdí la final de la copa de 2018 pero volver es una alegría enorme, un recuerdo que nunca me voy a olvidar. Y se lo agradezco a cada dirigente, a cada compañero, a la familia que siempre estuvo. Es algo inexplicable y hay que sentir los colores” dijo
Señaló que cada triunfo “tiene su aprendizaje; hoy nos tocó a nosotros pero (Juventud) es un rival difícil, que nos había ganado tres partidos antes. Pero lo supimos sacar adelante porque es un plantel como mucha confianza”.
“Así que no hay nada más lindo que volver con esto, después de un año atrás donde no quería saber nada con la vida, con el futbol… y hoy estamos acá”.

Para Nicolás Rebollo, capitán del equipo “es un orgullo levantar la copa y como lo dije anteriormente, hoy debíamos dar un plus por toda la gente que habíamos perdido durante esta copa, jugadores, dirigentes, amigos de la vida”.
Confiesa que para este partido tenían “una motivación extra” y en 110 minutos dijo “fuimos superiores”.
“Este equipo está haciendo historia y en diez años hemos conseguido todo. Estábamos convencidos que podíamos dar vuelta la serie. Incluso lo tomamos muy tranquilos en la derrota, lo manejamos muy superficialmente porque sabíamos de nuestra fuerza, de nuestro equipo. Además cuando te pinchan es como que te incentivan a dar incluso un poco más. Teníamos confianza e incluso en los penales aunque eso me pone muy nervioso siempre y se sufre muchísimo”sentenció.

Eduardo Hernández, anotó el primero pero marró su penal. De todos modos dijo que en los penales “soy un jugador muy confiable, pero me ha tocado errar algunos últimamente. Pero los compañeros estuvieron al máximo y logramos la copa que se festeja mucho”.
Dijo que además para los que “jugamos a este nivel, lograr una cuarta copa casi que con el mismo plantel es algo diferente, se vive de otra manera”.
Señaló que otros equipos también han logrado esto “pero en más tiempo y con diferentes jugadores, o sea que se valora mucho mas haber logrado con este grupo las cuatro copas. Eso habla bien del club, del trabajo realizado. Acá juegan los mejores del país, y nosotros tuvimos que revertir muchas situaciones adversas, por eso hoy podemos festejar de esta forma”.
Agregó que este equipo está “muy maduro” al punto que esta semana “se trabajo normal, se hizo la comida habitual, disfrutamos de una final y sabíamos que el resultado no iba a empañar lo realizado en todo este tiempo. Pero obvio que teníamos las ganas y la esperanza de ir por la cuarta y se dio”.

Para Lucas Bataglino, que anotó en tanda de penales “no fue fácilllegar hasta acá. Tuvimos que superar muchos obstáculos en el camino. Primero en Dolores, donde si perdíamos o empatábamos nos íbamos a la B. Después con San Eugenio no la tuvimos fácil, con Porongos, también durísimo, Rio Negro acá, con lo que significa y por supuesto Juventud que es un gran equipo y nos ganó tres veces. Pero ganamos esta y tenemos la cuarta en casa”.
En los penales el golero rival le habló permanentemente. El centralofilo cuenta que “me hablaba bastante, me decía mi nombre pero yo no escuchaba y estaba enfocado donde le iba a patear. Y ahí fue la pelota porque miré al palo que le patee porque nuestro golero nos había dado algunos consejos”.
Le dedicó el titulo a sus compañeros, a los dirigentes, a la familia y a los amigos que “siempre están día a día apoyando”.