Tras el silbato final fue la locura de parte de las chicas colonienses. Gritos, abrazos y mucha emoción compartida con las tribunas. Euforia con el entrenador que las alentaba diciendo que era el triunfo de ellas, que lo disfrutaran.
En diálogo con OFI

La zaguera coloniense Shiamara Buffa le pega muy fuerte al balón. Precisamente en un tiro libre abrochó el empate transitorio pero que en definitiva, ese gol fue de una importancia tremenda porque hizo mantener la ventaja en el global. Nos dijo, visiblemente emocionada que se vivía el titulo “con mucha alegría… no sé que decir porque estoy muy emocionada por este título y por todo lo que nos costó llegar hasta aquí; fue un largo camino y un gran sacrificio de todo el grupo”.
Contó que en su gol “le pegó siempre fuerte, pero además aproveché el viento y por suerte terminó en gol”.
Finalmente confesó que tenia mucha ganas de festejar con su familia, “porque siempre están” y dedicó el campeonato además “a toda la hinchada que siempre está presente, alentando siempre”.

Para Geraldin Orosco, autora de los tres primeros goles de su equipo, descalza, golpeada pero feliz y con ojos empañados nos cuenta que vivía” un momento muy lindo, estoy a punto de llorar, muy emocionada ya que dimos todo y por fin pudimos cumplir un gran sueño que el rojo perseguía desde hace mucho tiempo”.
Reconoció a su rivales al señalar que “se nos dio a nosotras como se les podía dar a ellas porque es un equipo muy fuerte, tiene muy buenas jugadoras. Y a cada momento nos demostraron que estaban cerca y se les podía haber dado. Por suerte las compañeras pudieron aguantar los últimos minutos y mantener la ventaja”.
Dijo sentirse muy feliz por los tres goles y agregó que “uno de ellos se lo dedique más que nada a papa, aunque todos fueron para la hinchada del rojo que nos sigue permanentemente”.

El técnico Juan Ballón dejaba el festejo más para las chicas que en lo personal. Lo procesaba diferente aunque igualmente emocionado.
“Es una felicidad enorme, un sacrificio gigante fue este año con esta generación, porque es muy corta de jugadoras pero hemos venido haciendo las cosas bien desde el principio” señaló.
Dijo que este plantel merecía el titulo, “porque viene siendo campeón departamental tres años seguidos” y si bien este año “no pudimos participar por cosas de la Liga de Colonia, ellas eran campeonas siempre”.
Para esta instancia “sumamos algunas chiquilinas nuevas y con un plantel corto pero con mucho sacrificio de todas ellas, se logró este campeonato”.
“Hace muchos años que no se llegaba a una final y es importante para que sepan lo que se vive y lo que se siente” añadió.
A su juicio y argumentando el abultado score que se dio, sostiene que en categorías formativas “se puede llegar a hacer una cantidad de goles como hoy, en cualquier momento del partido, porque los errores se cometen muy rápido. A veces errores graves como hoy, más las ganas y el ímpetu de llegar, te lleva a que pasen este tipo de cosas”.
Valoró la tarea desde OFI en sostener este tipo de campeonatos. “Felicito a los dirigente de OFI porque han trabajado muy bien en muchos aspectos, se han preocupado fundamentalmente para poder costear los viajes, ya que se nos hace muy difícil para nosotros. Y en estos torneos además, enfrentas a distintos equipos de todos los departamentos y eso beneficiará a las selecciones en un futuro, porque este tipo de roces no se ve en la competición interna”.
Finalmente dedico el campeonato para “cada uno de los padres que siempre nos acompañan y apoyan, para las gurisas que han hecho un esfuerzo monstruoso, para mi familia y para el club ya que trabajo ahí y es mi vida”.

Luisiana Sellanes tenía un sabor agridulce por más que se la veía feliz y emocionada como el resto. Es que la habían expulsado y dejó a sus compañeras en inferioridad numérica buena parte del partido.
Reconoció sentir “una felicidad enorme porque venimos luchando mucho ya que el plantel es muy chico, pero el grupo lo merecía por todo lo que dejamos atrás”.
Precisó que este tipo de partidos “se vive diferente por la tensión que genera jugar esto” y además (Ituzaingó) es un buen equipo y mas allá que teníamos la ventaja era poco y nada y acá teníamos que pensar que arrancábamos cero a cero”.
Sobre su expulsión reconoció que cometió un error “porque deje a las compañeras en inferioridad en la cancha; por suerte pudieron aguantar y sacar el resultado así que felicito a todas las compañeras por el esfuerzo”.

Luciana Torres, la delegada, que también es integrante del plantel de Juventud en absoluta, lo vivió intensamente y jamás ocupó la silla destinada a los delegados.
Confesó que estar en una final como delegada “es muy difícil porque lo vivo intensamente, muy a flor de piel, lo siento y porque además hace 13 años que estoy en el club. Una cosa es vivirlo como jugadora y otra desde afuera como hoy, pero las ganas de llegar al título no cambia”.
Recordó que vivió la final con la categoría absoluta en 2013 “fuimos campeonas y por eso ahora, en lo personal tenía el saborcito dulce de estar cerca, de poder lograr el objetivo como aquella vez”.
Reiteró sentir una “emoción tremenda” por “todo el sacrificio que estas gurisas hicieron y que solo nosotros en la interna, sabemos que se hace para que ellas tengan actividad y lograr lo que lograron hoy”.
Dijo además “sabíamos que teníamos la ventaja de los goles allá en Colonia, pero los arcos se hacen muy grandes y cada pelota que llegaba al arco, era medio gol para los dos lados. Pero teníamos la confianza que ellas iban a dejar todo hasta el último minuto”.
Dedico el campeonato para toda su familia, “para la gente que nos apoya y que hicieron un tremendo viaje para acompañar, para la gente que se quedó allá (en Colonia) y para estas chiquilinas que se lo merecen”.

Escribe: Francisco Connio